Mes: julio 2008

Hace unos días Pedro López me envió un mail contandome la creación de un foro permanente sobre neutralidad en la red en España y unos minutos después me llega una alerta desde Informática Verde sobre la nueva aberración de los Eurodiputados.

Que, siguiendo la política ridícula y medieval de Sarkozi, quieren “reformar el acceso a Internet” y proteger algo que es muy abstracto pero que, al leer las enmiendas, queda claro:

– Enmienda H1: permitiría a los gobiernos establecer restricciones para evitar el “contenido ilícito” en Internet. La principal, actuar sobre la “calidad del servicio”, o dicho de otra manera, reducir la velocidad del P2P, burlando la neutralidad de la red.
– Enmienda H2: pretende establecer mecanismos de cooperación entre los proveedores de Internet y los productores de contenido. O en otras palabras, abrir la puerta para que las sociedades de autores establezcan a los proveedores de Internet qué contenido es lícito y cual ilícito.
– Enmienda H3: inspirada en la “Guillotina Digital” de Sarkozy, obligaría a los proveedores de servicio a controlar y advertir por email a los usuarios cuando se descarguen contenido ilícito.

Ahora, si esto te parece sin sentido porque: no se establece que P2P es un sistema de transmisión intrínsecamente neutral o porque lo podés comparar con apagar los televisores cuando nació VHS… ¿que opinás de que te obliguen a instalar y correr Spyware para saber “que tipo de contenidos estás consumiendo y si este es legal o no”? ¿sentarímos al gran hermano en nuestro living para certificar que en nuestra TV se ve sólo lo autorizado?

De hecho hasta el comunicado de Internautas.org me parece relativamente tranquilo; los eurodiputados quieren violar tu privacidad, forzarte a usar Internet como ellos/discográficas decidan y veo pocas voces en España gritar por sus derechos.

Pocas veces la frase de Andres Bianciotto tiene más sentido:

Así como los músculos que no se usan, se atrofian, los derechos que no se protegen se pierden; no por estructuras jurídicas inflexibles, sino por la renuncia a luchar por el cambio.