Se suponía que debía escribir algo aquí el sábado 18 de marzo. Y como verán, hoy es domingo 19.
Estoy seguro que en este momento, Mariano debe de estar totalmente decepcionado de mi. Preguntandose como fue posible confiarme tan irresponsablemente el mantenimiento de la frescura de su tan bienamado blog por un simple y miserable día y que yo no pudiera cumplirle. Claro, también es muy posible que en este momento, Mariano este levantandose tarde con una enorme resaca por haber estado bebiendo y bailando hasta las altas horas de la madrugada, y que hoy piense ir a la playa a tomar piñas coladas y que a todas estas el blog no le importe un pepino y ni se haya dado cuenta. Es más, tengo el presentimiento que si le cambio la fecha al blog, no se va a dar cuenta. Pero en todo caso voy a ser honesto y lo voy a dejar así a ver si nota la diferencia o no.
En fin, que estoy divagando. El punto es que ayer se me olvido completamente escribir este post porque era mi cumpleaños. Y no es que lo estuve celebrando todo el día y toda la noche; no, yo ya no estoy para esas andadas; pero igual estuve ocupado y, especialmente, distraido, y se me pasó por completo.
Porque cumplí treinta y trés años. 33. 10001 en binario. 0x21 en hexadecimal.
La edad a la cual un cierto señor ya había creado su propia religión. Y yo, que ni un simple culto he podido iniciar, pero al menos me he logrado mantener fuera de la lista negra de los romanos.
La misma edad que cumplirá en una semana Larry Page, y en unos meses Sergei Brin, quienes a pesar de haber fundado Google, aun no llegan al Top 20 de los millonarios del mundo.
Y en un poco más de 33 años, Internet paso de ser un proyecto interesante de unos pocos geeks en una docena de universidades, al lugar que permite a seis millones de personas jugar el mismo juego. Como si no hubieran cosas mejores que hacer.
En fin, que no es que no este satisfecho con mi posición en la vida, pero es que es muy dificil evitar hacer comparaciones de vez en cuando.
Pero basta que te levantes en la mañana y apenas abras los ojos tengas a tus dos hijos y tu esposa abalanzandose sobre ti para desearte feliz cumpleaños, y te olvidas de todas esas tonterias. Y también te olvidas de las promesas hechas de escribir posts en blogs ajenos. Y por eso fue que no escribí nada ayer aquí.
Y el hecho es que aun estoy distraido y no se me ocurre ningún tema interesante que discutir. Pero eso nunca ha impedido a un bloguero ejercer el ejercicio del blogaje. Así que aquí les dejo esa larga ristra de ideas sin sentido para que ustedes queden deseando que Mariano regrese lo antes posible de sus vacaciones.
PD: Y no podría dejar de aprovechar esta oportunidad para ganar un poco de PageRank para mi blog: "Sebastian Delmont presenta zonageek.com" y mi empresa: "StreetEasy: Real Estate Research in New York City". No tienen que prestar atención a esos links a menos que trabajen para google. Gracias.
jajajaj… muy bueno!!!
somos Varios los que estamos “convenciendo” a Mariano en esto de empezar a “formar” una familia… Natalia le habrá puesto los puntos en estas vacaciones?? fueron 2 a Punta… volverán 3 ???
Felicidades :)
Muy bonita reflexion, parece un pedazo de mi vida pues me leiste el pensamiento..sin embargo
te puedes olvidar de todo lo que tu quieras, la vida es un bombon, pero creo que una promesa es eso.
y eso NUNCA se te deberia olvidar..
Suerte.
Pues felicidades, pero mira que eres joven, todavía podés conquistar el mundo.
un placer leerte.
comentario: hay que mantener los pies en la tierra aunque la tecnología (o Internet o …) se mueva a tal velocidad. Felicidades