Lecciones de un gran año sabático

Y trece meses después decidí que el año sabático que arranqué el 4 de septiembre de 2024 termine. Es interesante, de estos trece meses disfruté intensamente la última mitad, mientras que la primera mitad fue un desastre. Cuando uno no frena por años termina imaginando que la rueda tiene que seguir girando porque "algo" se puede perder, aunque no sepas qué.

Es super interesante, si me preguntabas yo estaba genial pero, evidentemente estaba un poco estresado... de hecho, cuando frené y arranqué el sabático, mi corazón se rompió literal y figurativamente. Tuve un infarto leve en noviembre del que estoy en recuperación… pero logré la primera enseñanza, no pasa nada si pisás el freno, te enfocás en vos y lo que querés y decidís cambiar (o no) el mundo no frena pero tampoco es tan grave como lo imaginamos, es tan simple que ya lo sabia:

«Son muchas más las cosas que nos aterran que las que nos aplastan; a menudo sufrimos más en la imaginación que en la realidad»

Séneca - Cartas a Lucilo

Lo mejor de esta primer enseñanza es la derivada o la segunda lección que saqué: “disfrutá la validación pero no la necesitás” ... las preguntas de los que sabian que arrancaba un sabático eran "¿pero donde te vas? dale, contame!" o "¿que viene ahora?" o "ya Wayra y MFS.. ¿como estas invirtiendo tu tiempo ahora?" esperando un nombre rutilante que valide que era una buena decisión y, honestamente, se disfruta ver que esperan algo bueno de vos pero... la única validación que NECESITAS, es la tuya y si tenés o no unpropósito

Dos cosas se dieron juntas; (a) en mi industria (VCs/Startups) se vive como en redes, una era de likes y constante foco en el exterior pero en esteroides y con aplausitos; (b) luego de MUCHO tiempo, dejé un apellido corporativo para frenar la pelota y ponerme a “Watching the wheels” (tip: gran canción de Lennon) fue genial para mi cabeza. De hecho, como diría Marco Aurelio:

“Si estás afligido por algo externo, el dolor no se debe a la cosa en sí, sino a la interpretación que haces de ella; y eso, tienes el poder de revocarlo en cualquier momento.”

Marco Aurelio — Meditaciones, Libro VIII, 47

De ese momento que, repito, era en medio de un año sabático que podía disfrutar sin preocupaciones… logré avanzar gracias a 3 cosas; primero le debo mucho a Valerie Derome, gran amiga y tal vez la mejor coach que he conocido, y la única persona capaz de decirme verdades directas incluyendo “te sentiste cómodo y perdiste el hambre…“. De nuevo, poca gente va más allá del aplausito asi que las charlas que te fuerzan a enfocarte valen y mucho.

En ese momento algo dio un vuelco y pude empezar a disfrutar el año incluso eligiendo trabajar con gente que quiero porque son buena gente y admiro porque son grandes emprendedores, así fue que me convertí en Advisor de Belo y su CEO Manu Beaudroit; de Workana y su CEO Tom O’Farrell y me sume a RetailIQ con Martin Pombo y Pablo Alvarez (si, raro para un sabatico trabajar)

De ahi salió una tercera lección: conocer a estos emprendedores fue suerte pero la suerte me agarró con conocimientos de lo que puedo hacer y así sumarnos valor a todos... el síndrome del impostor es una cagada y es real, pero cuando lo mirás podés elegir con quien trabajar y haciendo solo cosas que te gusten y desafíen, ¿no hay desafío ni interés? mejor me subo a una bici y nos vemos en la ruta.

La gran constante en este año fue el ciclismo y mis hijos; el ciclismo cambió bastante muchas de mis percepciones, es una fuente gigante de contradicciones y puteadas y esfuerzos que parecen no llevarte a ningún lado pero como podés medir todo... te das cuenta si estás creciendo o no.

En ciclismo todo SON datos... potencia, w/kg, zonas cardiacas, calorias, km/h, altitud, hay tanto para entender y mejorar que cuando te das vuelta no lo podes creer. Cuando miro los números es claro: pese al infarto en noviembre y gracias al foco en “lo que puedo controlar” estoy casi 200% arriba de mis objetivos propios de kilómetros y mejorando en TODAS las métricas de RHR, HRV, Watts/Kg y obviamente BMI.

Mejorando el estado fisico y actividades desde el inicio del sabatico (e infarto :P)

Gran lección: “enfócate en lo que podes controlar, preguntale a los que saben y no tenés que demostrarle nada a nadie más que a vos” (gracias Luisa Miguens por esa cena, estos parafraseando partes :P)

Tal vez las dos mejores lecciones de este año reforzaron algo en lo que vengo trabajando desde hace mucho y, aunque parezca algo hippie psilocibin-based, es clave:

  • La empatía es tu superpoder este año tuve 3 episodios que me harían perder la fe en la gente; pero si me esfuerzo en mirarlo con los lentes del otro puedo entender de dónde vienen sus actitudes/incentivos y así mejorar mi reacción que es literalmente lo ÚNICO QUE UNO CONTROLA.
  • Estas en un juego infinito, las metas y objeticos solo sirven si entendés eso. Sin entenderlo solo seguís jugando un juego que te deja vacío al cumplir objetivos y solo respondés a un "¿que viene ahora?" sin parar mi propio ejemplo en 2012 Wayra, en 2018 Microsoft for Startups LA, en 2021 MFS Americas, en 2024 AI4Startups… y jamás frené o celebré algo.

En fin, este pequeño post surgió por una pregunta de don Carlos Otermín y termine escribiendo demasiado... pero al menos, sirvió para "cerrar oficialmente" el sabático; y seguir pedaleando :)

Monte Baldo, VR. 7% por 16km. Disfrutando e insultandome por hacerlo pero al terminar se siente bien
| Rants

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.