No, Google no está muerto y la distribución sigue escribiendo la historia

En los últimos dos años, gran parte de la conversación sobre IA se ha centrado en el ascenso de ChatGPT y en los supuestos errores de Google. La narrativa dominante, en la que incluso entré a veces, pinta a ChatGPT como el first mover que tomó la delantera mientras Google dudaba y perdía terreno por la tibieza de Sundar Pichai cuando lo comparabas con la decisión de Satya Nadella y otros. Y, sobre el papel, esa historia es tentadora, pero.

Es innegable que ChatGPT logró una tracción impresionante. Lanzado en noviembre de 2022, alcanzó los 100 millones de usuarios en apenas dos meses — la curva de adopción más rápida en la historia del consumo digital. Desde entonces, OpenAI ha mantenido un ritmo de lanzamientos vertiginoso: GPT-4, GPT-4 Turbo, GPT-5, capacidades multimodales, voz, memoria, agentes, versiones enterprisa… todo en menos de tres años. Todo esto respaldado por un músculo financiero sin precedentes: más de 13.000 millones de dólares de Microsoft y unos 4.000 millones comprometidos por Softbank. El resultado: alrededor de 700 millones de usuarios activos semanales a mediados de 2025 y una posición cultural en la que, para mucha gente, “IA” es sinónimo de “ChatGPT”.

Con este recorrido, no sorprende que muchos analistas y medios hayan declarado que Google perdió su moat en búsqueda e inteligencia artificial. El argumento es simple: lanzamiento tardío de Gemini (antes Bard), primeras versiones por detrás de ChatGPT y una integración que parecía tímida en su propio ecosistema.

La distribución es el rey y el rey escribe los libros de historia

Pero acá es donde la historia se vuelve más interesante. En el largo plazo, la distribución es el rey. Y Google tiene un músculo de distribución que, ya decidido a usarlo a pleno, es difícil de igualar.

Google controla tres canales que le permiten poner Gemini frente a miles de millones de usuarios sin que estos tengan que cambiar sus hábitos:

  • Chrome — ~65% de cuota global de navegadores; Gemini puede integrarse directamente en la experiencia de navegación.
  • Google Search — más de 8.500 millones de búsquedas al día; las AI Overviews de Gemini ya llegan a 2.000 millones de usuarios mensuales.
  • Gmail y Google Workspace — más de 3.000 millones de cuentas de Gmail y miles de millones de usuarios en Docs, Sheets y Meet; Gemini puede insertarse en las herramientas que usamos todos los días.

Y si esto parece mucho poder, es porque lo es. Y no sería la primera vez que la distribución inclina la balanza.

Pensemos en Zoom vs. Microsoft Teams. En 2020, Zoom era el líder indiscutible en videoconferencias: más rápido, más simple, con más branding. Pero Microsoft Teams tenía algo que Zoom no: distribución. Al incluirlo en Microsoft 365, Teams llegó de golpe a cientos de millones de usuarios corporativos sin coste extra y perfectamente integrado en sus flujos de trabajo. Incluso sin ser mejor producto al principio, esa ventaja lo llevó a superar a Zoom en adopción empresarial en menos de 18 meses.

Otro ejemplo: Google Maps vs. Apple Maps. Cuando Apple Maps salió en 2012, fue criticado por sus errores, y Google Maps era claramente superior. Pero Apple controlaba la experiencia de navegación por defecto en el iPhone. Al preinstalar Apple Maps y hacerlo predeterminado en iOS, garantizó miles de millones de interacciones al año. Con el tiempo, el producto mejoró y hoy tiene una cuota significativa entre usuarios de iPhone. No fue porque el producto fuese mejor, sino porque la distribución le dio tiempo y escala para alcanzar a su competidor.

Pero entiendan algo, en ningún caso minimizo la importancia del producto. La ventaja de ChatGPT hoy es real y, en muchos aspectos, su capacidad y resonancia de marca siguen por encima de Gemini. Pero en tecnología, los first movers suelen ganar las primeras batallas, mientras que quienes tienen distribución consolidada suelen ganar la guerra y eso te deja una lección bastante simple

La lección es clara: controlar dónde y cómo los usuarios se encuentran con la IA puede ser más determinante que tener el modelo más avanzado desde el día uno. ChatGPT puede estar ganando el sprint, pero con Chrome, Search y Workspace, Google sigue en posición de competir — y tal vez recuperar la delantera — en la maratón, asi que NO, Google no está muerto.

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AI innovación openai startups

4 thoughts on “No, Google no está muerto y la distribución sigue escribiendo la historia

  1. Sin profundizar demasiado me vienen a la cabeza dos cosas: Por un lado, Google está utilizando la misma estrategia que creó Microsoft cuando imponía Internet Explorer en Windows, así como los dos ejemplos que comentaste de Maps y Zoom…

    Pero no puedo dejar de pensar que en casi todos los ejemplos, el que gana (el distribuidor) siempre tiene el peor producto ¿esto no termina bajando la vara o imponiendo un mal producto sobre otro que corre en desventaja como bien decís? Y si terminamos usando el peor producto de los que compiten, ¿es por decisión propia (los usuarios “de consumo masivo” somos malos eligiendo?) o por imposición/aprovechar la pasividad del usuario? (fiaca de salir de un ecosistema que tiene todo junto y “es malo pero ya lo conozco”).

    gracias!

    1. Hola Pablo!
      Es súper interesante lo que decís; hay un efecto psicológico que te hace elegir lo que te causa menos fricción… por eso poner una app como default gana mercado de forma simple.

      A veces el producto es malo, a veces no… pero la realidad es que tener varios miles de millones de usuarios a tu alcance (eg: Google o MSFT) hace que puedas escalar súper fácil.

  2. Pero OpenAI puede usar a Microsoft como su canal de distribución, no? La suite de oficina (más Windows) debe tener un market share impresionante en usuarios corporativos, donde el valor de mejores herramientas es cuantificable.

    No sé qué acuerdo hay entre MS y OpenAI, pero copilot ya está integrado en muchas herramientas (con sus falencias para ser útil, pero paso a paso).

    1. Sí, la idea es esa, pero el principal factor es usar Microsoft como proveedor de arquitectura. Microsoft está desarrollando sus propios modelos. (Eg: PHI) una cosa súper interesante es que Microsoft no sólo puede usar Open ahí ahí sino que puede licenciar su tecnología y es el principal partner con lo cual en caso que las cosas de Microsoft no funcionan OAI podría integrarse con dos clicks

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