Metáforas del ajedrez y la mente humana

Hace unos días compré Chess Metaphors: Artificial Intelligence and the Human Mind un libro interesante sobre un tema que me interesó siempre que es como la mente humana es capaz de pelear contra la fuerza bruta en un ¿juego? donde la información y las posibilidades son parejas y sin azar de por medio.

Pero, justo después de leer el libro leí una crítica al mismo escrita por Garry Kaskparov: The Chess Master and the Computer que no sólo fue el campeón de ajedrez más joven de la historia sino que tuvo la suerte de vivir en el momento en el que la fuerza de procesamiento de las computadoras sobrepasó su capacidad de análisis en tiempo real de las movidas y nota algo interesante que, desde su punto de vista, el uso de la fuerza bruta en este tipo de análisis termina siendo más importante para los desarrolladores que la capacidad de "enseñar estrategias" a las máquinas.

Para ponerlo simple, eligen seguir aumentando el poder de fuego en vez de aprender a concentrarlo para que con algoritmos se pueda usar mejor ese poder y, con cierta melancolía/tristeza, dice que hoy lo más interesante está pasando en el desarrollo de software para poker ya que al tener que tomar en cuenta factores que no son "igualitarios" como el acceso a los datos (ya que no conocés las cartas que tiene el otro ni el otro conoce las tuyas), como el azar (podés ser genial pero si no tenés una sola carta buena en toda una noche se te va a complicar) y encima acciones irracionales (¿nunca te sentaste y jugaste contra un principiante que se equivoca?)... y el cierre de esa reseña que VALE mucho leer es simplemente genial:

Perhaps the current trend of many chess professionals taking up the more lucrative pastime of poker is not a wholly negative one. It may not be too late for humans to relearn how to take risks in order to innovate and thereby maintain the advanced lifestyles we enjoy. And if it takes a poker-playing supercomputer to remind us that we can’t enjoy the rewards without taking the risks, so be it.

Nota: Si, el libro es de 2009 y la reseña de 2010 pero las reflexiones son geniales para cualquiera que le interesen las ciencias cognitivas y la inteligencia artificial :)

| Rants