Que un juguete sea capaz de interactuar con un niño al responder sus preguntas o comentarios es genial.
Que un padre no sepa, al comprar ese juguete, que la voz de sus hijos es analizada en un servidor remoto y se convierten en datos susceptibles de ser utilizados para publicidad y explotación comercial con terceras partes es increíble.
«Ik weet zoveel van journey» significa «Te conozco tanto…» y está en la caja de los juguetes como si fuera una suerte de chiste sobre la falta de conocimiento que tienen las personas sobre su propia privacidad… y la de sus hijos.
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