Chequeado y la distribución de noticias falsas

Tweet original de Chequeado

by @amartino + @laclaux

Chequeado nació en su momento como una forma de validar qué noticias eran falsas o verdaderas. En un país donde parecen existir diferentes verdades y todas con el valor de un dogma, era una iniciativa que iba a ayudar y por eso muchos los promovimos, pedimos donaciones, etc. ¿Validar noticias te parece controversial? De acuerdo, pero lo de hoy con el tweet que figura acá arriba fueron un poco más lejos y apelaron al temor de la gente para impulsar una agenda que desconozco.

En el texto de la nota, los periodistas Ariel Riera y Martín Slipczuk utilizan:

  • Un link a nota de un medio fuertemente opositor
  • Tres links a otras tres fuentes similares que en sus titulares no hablan sobre “corralito”
  • Dos tweets al azar que hablan de un potencial corralito (de personas que en sus bios declaran ser opositoras al gobierno)
  • Aclaraciones varias que dan a entender que el título es mentira, pero sin decirlo de manera explícita.

¿Hubo información para “chequear”? Sinceramente no. Lo único que lograron fue que los tweets sobre el tema generen debate sobre si “el gobierno de Macri se quedará con la plata de los ahorristas” cuando claramente la nota original era falsa. Luego de una catarata de discusiones decidieron publicar un tweet diferente:

Fíjense en un par de detalles: ya no hablan del 2001 (que es la estrategia que están usando en la oposición para desgastar la imagen del gobierno), no usan más imágenes de la crisis del 2002 con el corralito, no hablan sobre “el gobierno de Macri” porque ya no es necesario el ad-hominem para desgastar luego del debate en Twitter y aclaran, finalmente, que “no es así” cuando eso es lo que deberían haber dicho desde el primer momento si la intención era chequear la veracidad de una noticia y no colaborar en instalarla.

La explicación oficial de la directora de Chequeado fue que poner un “falso” en el tweet o en el título no se hace debido a que ese no es el formato de #SeDicenEnLasRedes, pero “quizás la sensibilidad q genera este tema lo amerite”. No. No es eso.

Creo que el trabajo de Chequeado en muchas cosas es brillante, pero creo que en muchas otras cosas simplemente caen en validar y alimentar las noticias falsas como hacen tipos como Milo Yiannopoulos quien valida y alimenta la creación de falsas noticias para posicionar terror en el americano promedio y luego dice “pero hey el dato yo lo leí ahí”. No. No se hace así. O, lo que es igual de peor, acusan a quienes los critican de “no haber leído bien la nota”. O también: cayeron en el lastimoso clickbait.

Cuando uno se convierte en una fuente de verificación de Google News y lo logra gracias a su trabajo (y también porque no hay competencia) tiene claro cómo se generan temas y el proceso es simple:

  1. Publicá tres mentiras con fuentes varias [acá se usaron cuatro fuentes y dos tweets]
  2. Hablá, comenta y viralizá esos reportes [tirás muchos tweets]
  3. Cuando estén instalados, desviá la atención [hay mucha sensibilidad che!]

¿Qué lograron? Convertirse en tendencia, que varios se enojen y que otros dejemos de responder y hagamos esto que estamos haciendo: publicar una nota que de ahora en más van a usar para decir que “sos de la derecha que nos quiere robar como en el 2001”.

Nota al pie: el mejor filtro para las noticias falsas sigue siendo tu criterio y la validación con varias fuentes de tu confianza. A menos que, claro, quieras que otros decidan por vos qué información es de confiar y cuál corresponde a la era de la #postverdad.

Autor: laclaux

Clau Alderete, a.k.a @laclaux, periodista, eterno intento de blogger. Llevaré por siempre en mí el #GenPR. Criatura digital en estado de pura experimentación, kaizen como Brand Strategy Manager. #NaciEnMoron. Hace mucho que no me inspiro en Quemando Cromo y paré un poco de engordar en Merienda Tour. Cantante de #nerdrock

12 opiniones en “Chequeado y la distribución de noticias falsas”

  1. Lo digo desde un comienzo, la idea de chequeado estaba buena, a lo Snopes si se quiere, pero al poco tiempo empezaron con cierta tendencia que pasó a ser obvia: nunca tocar a ciertos personajes salvo en obviedades (Majulización) y en otros, donde no había interés, mirarlo con lupa al detalle.

    Esta organización con claros fines políticos se vende como ONG pero tiene fines que no son el bien común sino el bien particular de quienes los financian.

    Obviamente todo esto que digo es totalmente subjetivo porque es mi impresión y no vengo aquí con pruebas y evidencias de nada (por eso tampoco menciono nombres en particular) pero como buenos humanos que somos, tomando tu último párrafo, uso mi criterio para analizar y sacar mis conclusiones.

    Las evidencias las van sembrando poco a poco, recomiendo leer qué temas tocaban en épocas de elecciones para entender por qué muchos ya los vemos hace rato como operadores en favor de una fuerza en particular y no como informadores objetivos que sólo analizan datos y hechos. Mucho menos cuando empezaron a medir las evidencias con opinología del tipo “no tan así, dudoso” o semejeantes. Ahí empezó a entrar la opinión personal entre los hechos, ahí empezó el show de las fake news en Chequeado.

    Nunca confíes en quien te dice que puede decidir por vos qué es bueno ni qué es malo.

    1. Es una época jodidísima para hacer periodismo. Si no nos ponemos más exigentes como lectores y ciudadanos estamos expuestos a la mentira y la operación. Soy sólo una chica parada frente a un medio pidiéndole que comunique de manera clara que algo no es verdad.

  2. “¿Hubo información para “chequear”? Sinceramente no.” @amartino, @laclaux. No estoy de acuerdo con gran parte de la crítica y voy a intentar explicarles por qué.

    Esa noticia la recibió mi madre. Mi madre tal vez no tiene la capacidad, como Fabio u otras personas bien informadas y lúcidas, de saber por sus propios medios si esa noticia es falsa o no. Mi madre necesita a Chequeado, al menos para que le levante suspicacia sobre lo que lee en Facebook o WhatsApp. Este sandez que circulaba, necesita ser chequeada. No importa de qué lado de la brecha está ella.

    Que ese chequeo haya tenido un rebote inesperado –no digamos que existe una formula matemáticamente infalible para saber el rebote de algo porque seríamos millonarios, seríamos– es para el debate. Que necesiten ajustar o revisar varias prácticas, también puede ser materia de debate. La calidad del chequeo, también. Pero cuestionar la honestidad de las personas que trabajan ahí o del proyecto en sí: es posverdad. ¿Lo pueden ver?

    Y eso es lo que nos cuesta a TODOS y me incluyo: NOSOTROS SOMOS LA POSVERDAD, consumimos, producimos y alimentamos a la posverdad.

    Llegamos a conclusiones determinantes sobre problemas que necesitan mucho más análisis. “Fake news de Chequeado”, “…la intención era chequear la veracidad de una noticia y no colaborar en instalarla”.

    Investiguemos juntos, los cuatro, dediquemos horas y horas a desmembrar las características de producción de Chequeado, sus vínculos con el poder político actual –y el ex poder y el eterno poder de la ex SIDE–, indaguemos los recursos económicos y humanos que tiene Chequeado, contemplemos todo tipo de elementos dentro de nuestra matriz de análisis, incluso el factor humano. Desarrollemos una tesis sólida, basada en datos, chequeemos a Chequeado. Ahí si, tal vez podamos estar a salvo de no caer en lo que criticamos.

    Confiar en nuestros propios criterios –filtros– para filtrar filtros que a su vez son filtros de filtros es un ejercicio endogámico. Y la autopoiesis en un sistema conduce al aislamiento y está lejos. muy lejos de la sustancia. Son precisamente estos ejercicios que debemos evitar, estos ejercicios son el combustible de la posverdad.

    1. @nacho
      me gusta tu critica como siempre :)
      Pero te hago una pregunta: ¿A tu madre el articulo de Chequeado que no ponía directamente “FALSO” le sirvió? ¿lo leyó? mi madre por ejemplo lee a Chequeado porque siempre se lo recomendé (sinceramente porque asi me evitaba ser su filtro :P) y me mandó directamente el articulo diciendo “mirá, se vuelve al 2001” :)

      1. Entiendo tu punto, Mariano. Concuerdo. Pero ahí hay una crítica puntual de claridad en cómo comunicar el chequeo –algo que debe ser delicado. Por ejemplo, dejar en claro desde el layout, si querés, que es falso. Ahora, pero eso sería como cuestionar a The Guardian por una nota mal escrita o un proyecto mal implementado. Pero, creo que con esto que me decís y lo que dice @laclaux entiendo más desde dónde viene su crítica. :-)

    2. Me gusta mucho tu punto. El sentido de la crítica fue poner de manifiesto que no ser absolutamente claro en la veracidad o falsedad de una información desde el título, la bajada, la forma en que se lo comparte en redes sociales colabora con instalar el tema en vez de desmentirlo. Tal como dije ayer: están incurriendo en un clickbait berreta o desconocen la manera en que muchos consumen información hoy, que es básicamente a través de titulares y bajadas. Hay que ser muy muy cuidadoso como medio de comunicación en el tratamiento de un tema tan sensible como es siquiera esbozar la posibilidad de una corrida cambiaria y corralito. Confío en que tienen capacidad para hacerlo de otra manera, mucho más responsables en el sentido de transmitir sin lugar a duda algun que esa información (operación) era falsa. En su tarea de chequear información deben también ser muy lúcidos en cómo la presentan y transmiten. Porque sino ocurre lo que ocurrió: sospechas de bias, acusaciones de favoritismo, etc. No es un momento sencillo para hacer periodismo, sin lugar a dudas. La principal responsabilidad la tienen: 1. Nosotros como lectores y ciudadanos 2. Los medios. Ayer lo que hicimos con Mariano fue reclamar esa lucidez y ese cuidado en un medio que para muchos es referencia obligada para el chequeo de noticias. Ayer creo que pifiaron.

      1. Entiendo @laclaux. Ahora un poco más, incluso. :-)

        Para sumar a la reflexión y como ejercicio para todos –de nuevo me incluyo porque genuinamente siento que todos somos responsables del discurso público, hoy más que nunca– notaste la diferencia en decir:

        “…no ser absolutamente claro en la veracidad o falsedad de una información desde el título, la bajada, la forma en que se lo comparte en redes sociales colabora con instalar el tema en vez de desmentirlo.”

        …o decir…

        “…apelaron al temor de la gente para impulsar una agenda que desconozco.”

        Obvio, entiendo que es un rant dónde uno se permite concesiones. Y ni por asomo discuto tu capacidad y honestidad intelectual, ni la de Mariano. Hasta coincido con la crítica, especialmente en el cuidado con el que deben manejarse, justo ellos, en la presentación de los chequeos. También considero obvio que la repercusión de este tradicional(?) blog que además no tiene el moto de Chequeado no es igual a la de un medio masivo. Sin embargo, notan con qué poco una crítica puntual parece especular con motivos más complejos incluso deslizando la posibilidad de que exista animosidad en el corazón de un proyecto que ustedes mismos ponderan? Y notan cuan verosímil suena todo? Mi primera impresión fue: será @amartino y @laclaux piensan esto, así tan a la ligera?

        He sido responsable por el mismo error innumerables veces. No tiene absolutamente nada de malo advertirlo: Chequeado tiene que advertirlo, nosotros también –ustedes y yo– todos. Especialmente hoy que los pactos de lectura están rotos y las burbujas blindadas.

        Cómo contribuimos nosotros –me sigo incluyendo– a la posverdad? Nuestro granito de arena está hasta en los adjetivos que elegimos, los likes que damos, los universos simbólicos que nunca visitamos.

      2. @nacho “desconocen la manera en que muchos consumen información hoy, que es básicamente a través de titulares y bajadas.” en este punto @laclaux le da una opción de “no saber” y yo creo que saben como hacerlo por eso no puedo dejar de pensar en algo más.

      3. Entiendo tu punto, Mariano. Me parece válido –hasta necesario– criticarlos, chequearlos, exigirles.

        La crítica formal que hacen es sustanciosa, sobre todo viniendo de ustedes dos que saben de lo que hablan. La suposición de una agenda oculta –en un proyecto que todos consideramos necesario– es lo que no comparto: faltan más datos en la crítica para convencerme de eso.

        Ahora un lector desatento, que confía en tu criterio y tiene un pacto de lectura con vos, puede inferir que Chequeado, al desconocer cómo titular, colabora con la agenda Antonio Horacio Jaime (Stiuso) o de alguien más obscuro aún, Mirtha Legrand, ponele. :-)

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