El costo de la gratuitidad

Edificio del New York Times Resumiendo, crear periodismo o contenido de calidad cuesta y mucho, ser elegido en un mundo de contenido y noticias gratuitas cuesta mucho, diferenciarse en ese mundo cuesta mas y la gente se rehúsa a pagar; con lo que el costo de ser gratuito es cada día más alto ¿como logramos que día a día las audiencias no solo nos elijan sino que participen en nuestros medios si recortar costos no es la respuesta, poner paywalls tampoco y encima hay gente que bloquea la publicidad?

Cuando analizo que el costo de ser gratuito es cada día más importante en nuestros modelos de negocios no puedo dejar de sorprenderme de lo contraintuitivo que esto parece y sin embargo al ver la escala de costos de los medios tradicionales no puedo dejar de ver la gran ventaja que tenemos y que a veces se resume en algo similar a que nosotros somos la audiencia

Un comentario en “El costo de la gratuitidad”

  1. Mariano, este punto es lo que yo personalmente llamo la Gran Paradoja de Internet. Uno que vivió los inicios de todo este asunto vio cómo todo era nuevo y, con tal de atraer masa crítica a la red, se impuso lo gratis pues monetizar cualquier cosa en Internet era (y aún sigue siendo) misión imposible. Eso tenía sentido hace quince años. Ahora no tanto.

    Pero la gente aún quiere (y exige) contenido de calidad. Y el contenido de calidad no se crea solo. Yo lo veo con mis propios sitios. Crear cosas que valgan la pena exige horas de tiempo, conocimiento y hasta equipo que nunca han venido ni vendrán de gratis. Y mientras se siga imponiendo el “todo gratis” a ultranza, muchos por más que queramos dedicarnos a nuestras pasiones virtuales tenemos que dejarlas casi como hobby mientras nos buscamos un trabajo que SI nos depare el sustento que necesitamos para sobrevivir. De ahí que le llame una paradoja. En Internet, la fama no necesariamente precede a la fortuna.

    Y sí, definitivamente la barrera de costos ahora es mucho menor comparado con lo tradicional… pero la competencia por la atención (y el dinero) de la audiencia es cada vez más fragmentada y con cada vez más ruido. Estar en el “top of mind” de una masa crítica se pone cada vez más cuesta arriba…

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