Miedo y vergüenza, las armas de los estudios cinematográficos

Imaginá por un momento tu nombre en la lista de personas que descargan ilegalmente Teen Anal Nightmare 2. Imaginá que tu nombre sale en una lista publicada por estudios cinematográficos de personas a las que están demandando y que, aunque esto no implique culpabilidad sino una acción legal, la demanda se hace en un juzgado federal lo más lejos posible de tu casa. Imaginá recibir una carta diciendo “Pero podemos arreglar extrajudicialmente por apenas u$s2000 y pagando online para proteger tu privacidad sin siquiera aceptar culpabilidad con solo un click”.

Bueno imaginá todo eso y entenderás la nueva estrategia de muchos estudios de películas independientes que toman las demandas a usuarios de P2P como un modelo de negocios más que como defensa de su propiedad intelectual., apelando a 3 cosas:

a) la vergüenza pública de aparecer en una lista de adictos al porno;
b) el miedo de enfrentar los costos judiciales de USA que son altos aunque sea para demostrar tu inocencia;
c) el miedo de que un juez te fuerce a atravesar el país (de NYC a LAX son 5 horas en avión más varias noches de hotel) solo para enfrentar a un juez que puede ensuciar tu historial legal y crediticio

Repito lo que siempre digo, estoy en contra de los que lucran con contenidos y la propiedad intelectual de terceros pero ¿no es hasta moralmente indignante pensar como maximizar el miedo no para defender propiedad sino para lucrar?

Si me pongo a pensar un poco y conociendo las tácticas de la RIAA de ensuciar redes P2P e infiltrar Spyware o hasta generar un DDoS destruyendo servicios legítimos ¿no es posible pensar que son los mismos estudios capaces de filtrar y poner a disposición archivos en esas redes P2P que trabajen como honeypots y así conseguir nuevos “clientes” a quienes demandar para ganar plata?

Defender los derechos de copyright buscando como destruir a terceros es tan ridículo y reprochable que no entiendo como nunca los han denunciado o como logran poner en la banca de Juez de Distrito a lobbystas de su industria… si, las relaciones públicas les importan poco y nada, pero esto ya es demasiado.

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4 opiniones en “Miedo y vergüenza, las armas de los estudios cinematográficos”

  1. El copyright sólo sirve a nivel industrial y en casos muy específicos. Así lo único que genera un Leviatán, dueño del discurso, de las patentes, de las idea… y adicto al dinero, del que todos somos consumidores. ¿Viste, el la diferencia entre el que toma un par de birras y el que es alcohólico? Bueno, igualito.

    Dicho de otro modo, no es bueno que no reconozcan el papel que les toca interpretar en el ciclo económico de hoy. Lo saben o lo deberían saber porque ellos fueron quienes derrocaron al modelo anterior. En el ínterin, durante el proceso de “reconocerlo”, van a dedicarse con o sin intención a producir daño: a la libertad, a industrias alternativas, a la privacidad y no demasiadas ganancias.

    Y, ojo, cuesta mucho dinero mantener ese Leviatán que pretenden. Es una industria en sí misma. Una que atrasa. Y pese a que es un bajón ser la causa histórica de un atraso van a intentarlo. ¿No lo estarán logrando, no?

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