Facebook y la rana hervida

Hay veces que siento que en la relación entre Facebook y nuestra privacidad se aplica el sindrome de la rana hervida; hoy hay algo de enojo porque WhatsApp no deja enviar links a servicios de la competencia (ie: Telegram) pero al mismo tiempo Facebook escanea tu álbum de fotos del teléfono y apenas abrís la app ya te recomienda el nombre de amigos o te ofrece publicar el último link que copiaste aún estando en otra aplicación… como si el teléfono completo fuera su campo de juegos y no tu propio dispositivo.

facebook BigBrother

Cada tanto recuerdo a Om Malik cuando aún al hablar bien de cosas de Facebook Mobile dice:

“Paint me skeptical, but I don’t use Facebook Mobile apps on my regular device. Instead I leave it to a test device. Time and again Facebook has proved too interested in snagging data for me to feel comfortable with it on my phone. Sorry, I digress.” Om Malik

Y sinceramente cada día estoy un paso más cerca de usar otras apps para no tener tan cerrada mi identidad digital entre Google y Facebook porque es casi imposible poder salir de un ecosistema y moverme a otro; cuando veo estas quejas por un movimiento de Facebook recuerdo a Olivier Clerc en su fábula de la rana hervida que no se daba cuenta que estaba siendo cocinada porque el agua iba subiendo muy lentamente la temperatura y uno sólo reacciona a cambios bruscos.

Bueno, aunque no lo crean, guardar los links que copias en una app X y mostrarlo al momento de querer publicar algo en Facebook, o mostrar las últimas fotos que tenés en el álbum del teléfono y decirte “aqui las tienes para que sea más simple” es sentir que algo se hace un poco más confortable… pero siento que es simplemente el fuego subiendo y pocos se dan cuenta.

10 opiniones en “Facebook y la rana hervida”

  1. Je je je … a mí desde el principio la idea me pareció malévola y nunca creé una cuenta. Algunos de mis conocidos lejanos me han dicho que entre mis compañeros de clase en el instituto y la universidad se cree que he muerto porque no estoy ahí ni aparecen fotos mías en las cuentas de otros. El concepto de que no tienen contacto conmigo porque no me interesan y no pierdo mi tiempo siguiendo sus vidas parece ser imposible de comprender.

    En el LinkedIn, otra de esas redes que te parasitan, el nombre de la empresa para la que trabajo que hay en mi perfil es el que tenía la compañía hace dos cambios, allá por el 2010. Tampoco me molesto en entrar a actualizarlo.

  2. Por eso a Facebook y WhatsApp no le doy acceso jamás a las fotos y a los contactos. Ni siquiera a las notificaciones. Y WA cada vez que lo abro pide tener acceso. Pero no.
    Es la invasión permanente.

  3. Esto pasa mucho, lo que nos parece “genial” que lo haga un “programa de computadora”, pasa a ser “escalofriante” cuando lo hace “una empresa”. En el software libre no ocurre (tanto). No relacionamos lo que hace la aplicación con las intenciones de la gente que está detrás de la misma. Pero no tiene por qué ser distinto. Tampoco con software propietario de empresas más chicas. Lo mismo que sospechás de los que hacen Facebook, deberías sospecharlo de los que hacen otros programas.

    Recuerdo que hace poco me quería instalar una app para “encriptar” y ocultar fotos y documentos en mi celular. Y TODAS las apps pedían un montón de permisos que no tienen sentido. ¿para qué necesita acceso a internet y a mis contactos un programa cuya función es convertir un archivo normal a uno encriptado? ¿Cómo sé que por cada archivo que intento ocultar, no estoy mandando una copia a los creadores? Y es sólo un ejemplo. La mayoría de las apps se desesperan por acceder a nuestros datos.

    1. @neri
      el problema es que la gente no mira lo que hace FB ni los permisos… y asi terminan teniendo acceso a todo incluso lo que está fuera de la App

      1. sí, claro, concuerdo, sólo agregaba el corolario anexo de que hay otras “pequeñas apps” que también piden acceso a un montón de partes del celular que no deberían. No es algo que sólo hagan Facebook, Google y Microsoft.

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