El panopticon moderno

A través de Smartmobs llego a un artículo de Popular Mechanics sobre sistemas de vigilancia y muestra los resultados de una prueba:

There’s a man in Salt Lake City who knows what I did last summer. Specifically, he knows what I did on Aug. 24, 2007. He knows that I checked my EarthLink e-mail at 1:25 pm, and then blew a half an hour on ESPN’s Web site. He also knows that my wife, Anne, wanted new shoes, from Hush Puppies or DSW, and that she synced her electronic planner—”she has quite a busy schedule,” the man noted—and downloaded some podcasts. We both printed out passes for free weeklong trials at 24 Hour Fitness, but instead of working out, apparently spent the evening watching a pay-per-view movie. It was Bridge to Terabithia or Zodiac, he thinks.

Ese tipo de sistemas de inteligencia, sumados a las cámaras y similares, me hacen sentir que vivimos en un Panopticón esa carcel diseñada por Jeremy Bentham en 1791 donde se podía observar todo lo que hacían los prisioneros durante las 24 horas sin que ellos supieran si estaban siendo vigilados o no, generando ese sentimiento de omnipresencia vigilante que es peor aún que la de 1984.

12 opiniones en “El panopticon moderno”

  1. Es extraño el giro de las cosas, me gustaría que Foucault estuviera vivo para analizar estas épocas. Él que denunció esta constante vigilancia panóptica que sufre el hombre moderno y que está “oculta” en las instituciones (escuela, trabajo, familia, cárceles, claro).
    Lo que cambia todo es que ahora es más patente cada vez el desocultamiento de estos mecanismos de vigilancia y, todavía más paradójico, hasta en gran parte nos sometemos a ellos voluntariamente.
    Sería interesante una reflexión sensata sobre el tema…

  2. Llam la atención el giro de las cosas, me gustaría que Foucault estuviera vivo para analizar estas épocas. Él que denunció esta constante vigilancia panóptica que sufre el hombre moderno y que está “oculta” en las instituciones (escuela, trabajo, familia, cárceles, claro).
    Lo que cambia todo es que ahora es más patente cada vez el desocultamiento de estos mecanismos de vigilancia y, todavía más paradójico, hasta en gran parte nos sometemos a ellos voluntariamente.
    Sería interesante una reflexión sensata sobre el tema…

  3. Me quedo con lo que dijiste, Laureano, sobre que es aún más paradójico como nos sometemos a estos mecanismo de vigilancia voluntariamente.

    Ahora la verdad que no me acuerdo como se describía la impelementación del sistema en el libro de Orwell, pero en nuestro caso, ya van varios años de implentaciones de sistemas similares y no parece haber suficiente ruido al respecto.

    Hasta aveces pienso si Twitter en su fama no es un auto-monitoreo que hacemos todos de nosotros mismos para que el resto se entere. Está bien, it’s long shot, pero así y todo pienso que pareciera que al menos a simple vista, no “molesta” tanto saber que somos espiados…

    Definitivamente es una buena reflelxión.

  4. Laureano, precisamente inspirado en Foucault y considerando que el aumento de esta vigilancia panóptica efectivamente parece estar aumentando con ayuda de medios tecnológicos es que he desarrollado un concepto que podría ayudar a subvertir dichos mecanismos.
    La idea la he llamado
    PANOPTICISMO CIUDADANO
    y sugiere un incremento de los mecanismos de control de nosotros, los ciudadanos, sobre los que nos observan, clasifican y analizan.

    saludos,

    Luis Ramírez

  5. Solo puedo decir dos cosas:

    1- Muy interesante el artículo.

    2- Muy enriquecedores los comentarios de Laureano, BCloud y Luis Ramírez, sobre todo de este último, quien escribió tres artículos que son realmente para no perder.

    Gracias.

  6. Mariano,

    Lo que me parece que ocurrirá es más bien todo lo contrario: un incremento de los dispositivos de vigilancia y una escalada de mecanismos de observación (especialmente a nivel micro). En ese escenario los ciudadanos tenemos todas las de perder a no ser que promovamos agendas más radicales de protección de nuestra privacidad y PARTICULARMENTE medidas que nos permitan a nosotros VIGILAR CON TOTAL LIBERTAD los actos de las empresas y el Estado.

    Los ciudadanos se convierten en UN GRAN PANOPTICO.

    En general me parece que hay que aprovechar los períodos donde nuestros países estén bajo gobiernos más progresistas y respetuosos de los derechos humanos como para promover leyes y políticas en ese sentido.

    saludos

    http://luisramirez.cl/blog/?tag=Panopticismo_Ciudadano

  7. Ojo, que los eventuales vigilantes se las tienen que ver con la misma “infoxicación” que el resto del mundo. ¿Cómo vigilar efectivamente cuando los vigilados son millones? Al final, como me contaron que sucede con los datos obtenidos en Yahoo Research, al “gran hermano” sólo le queda revisar tendencias o patrones, a partir de una vigilancia de mucho alcance pero mínimo foco.
    Yo le tendría más miedo a la precisión de una ex novia vengativa o de un competidor resentido, que al gobierno o las grandes corporaciones.

  8. Hace exactamente 3 días que acabo de terminar “Vigilar y castigar” de Foucault.
    Nosotros, usuarios del buscador Google… no estamos enseñándole, perfeccionando, reconstruyendo, alimentando el famoso “algoritmo” de búsqueda de Google.
    Huelga decirlo, que le damos vía libre si tenemos una cuenta de Gmail o sino si permitimos que “persiga una cronología de todas nuestras búsquedas”.
    Nada nuevo bajo el sol.
    Desde los hospitales militares franceses de hace 2 siglos para acá, la peste, la religión, el fracaso de las cárceles, el sistema médico occidental; vastos monumentos de vigilancia. Y no hablemos precisamente de internet, las tarjetas de crédito, el proyecto Etchelon, el contrato con Boeing de hace un quinquenio atrás para la construcción de no sé cuantos satélites que rastrearán Toda la tierra.
    Foucault nos “castigó” con aquello de la civilización del saber y por ende, su hijo dilecto: el mismísimo poder.
    Saludos desde Patagonia.
    Un fiel lector.

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